23/08/2018
CHARLIE YOUNG, PASIÓN, ACCIÓN Y HONESTIDAD EN EL HOCKEY


CHARLIE YOUNG, PASIÓN, ACCIÓN Y HONESTIDAD EN EL HOCKEY

 

El día martes 21 de agosto, a los 84 años falleció Charlie Young, quien fue Presidente, Vicepresidente y miembro de nuestra Asociación de Hockey sobre Césped del Litoral.
Su comienzo en el hockey fue en el Hurling Club de Hurlingam, lugar de reunión de la comunidad irlandesa en Buenos Aires. Llegó a Rosario en el inicio de los años 70 y a su arribo el primer contacto lo tuvo con la Asociación San Patricio en la cual organizó el hockey de caballeros.
Posteriormente fue invitado por el Club Universitario de Rosario para conformar un equipo de caballeros. Esa se convirtió en su casa. Los jugadores empezaron a viajar a Buenos Aires a competir entre los años 1973-1974, y consiguieron posteriormente el ascenso de categoría.
En los años 80 se encontraba dedicado a su principal tarea: el desarrollo de juveniles. Llegaba con su traje, su corbata, se acomodaba y comenzaba el entrenamiento, muchas veces en los parques de la ciudad. En ocasiones el maletín oficiaba de arco.
Su auto Ford Falcon era el transporte obligado, la mayoría de las veces colmado de ocupantes. Así, llevaba tanto a sus jugadores como a los de los otros clubes que no tenían cómo llegar a los partidos.
Charlie cumplía todas las funciones, jugador, entrenador, organizador, dirigente. Era un militante del hockey. Lograba que los padres le tuvieran una confianza ciega para que sus hijos viajaran, jugaran, se divirtieran. Hasta conseguía que les levantaran las penitencias. Era también consejero y amigo para todos esos hombres, jóvenes y niños.
Hasta sus cincuenta años siempre lo acompañaba su bolso y su palo a los partidos, por si era necesario que entrara a la cancha para completar la reserva de su club.
Sus ideas no siempre eran compartidas, pero su tesón lo llevaron a tomar decisiones trascendentes para el desarrollo del hockey. Fijaba horizontes. Era un apasionado, pero no un exitista, respetaba tanto a los suyos como al rival.
Acompañó a los equipos hasta pocas semanas atrás, viajando, concurriendo a las canchas, mirando atentamente desde el costado.
En vida, recibió un regalo del Club Universitario. La cancha de sintético lleva su nombre. Nos ha dejado un Señor, un Caballero.